Comencé a escalar después de la fiesta de cumpleaños de mi hermano en 1998 en un gimnasio de escalada local en el área de DC, donde crecí. Me uní al programa del equipo juvenil local y luego, aproximadamente un año después, cuando tenía 7 años, entré al gimnasio y estaban organizando un Campeonato Regional Juvenil. Fue así como descubrí que era un deporte practicado a nivel competitivo. Me registré para competir ese día y fue mi primera competencia. Entré en la categoría 11 y menores y gané mi división.

Me siento inspirada para impulsar mi potencial y descubrir de lo que soy capaz. Me mueve esta curiosidad por viajar y disfruto mucho conociendo rincones remotos del mundo a través de esta experiencia de inmersión que crea la escalada. Realmente quiero esforzarme física y mentalmente porque esa sensación cuando logro el objetivo para el que estoy entrenando es una sensación mágica de total satisfacción personal.

La nutrición y el fitness son pilares de mi bienestar general. Funciono mejor cuando estoy más saludable y me siento mejor, mental y físicamente, cuando me concentro en mi bienestar integral.

La escalada me ha enseñado que, a menos que lo intente, nunca lo sabré. Al arriesgarse y desafiarse más allá de su zona de confort, ahí es donde se produce el crecimiento.

Escucha a tu corazón y comprométete con lo que más te apasiona. No existe una talla única para todas. Concéntrate en ser la mejor versión de ti misma, no en compararte con las demás. Todos estamos en caminos diferentes y queremos cosas diferentes de la vida. Así que sé amable, concéntrate y sé tú misma.

Pruébalo. Esfuérzate y sé amable contigo mismo durante la lucha. El éxito sostenible solo ocurre cuando disfrutas lo que estás haciendo.